Domingo Solans: “Quiero aportar mi granito de arena en el año del Centenario”

30 agosto , 2022

Domingo Solans Campos, con 84 años de edad, es un aficionado a las manualidades que llegó a Castellón desde Huesca en 1974 y, desde entonces, ha seguido al equipo albinegro.

Si algo ha caracterizado al CD Castellón desde 1922 ha sido su fuerte arraigo hacia sus colores, especialmente, los aficionados orelluts que no han abandonado a su equipo a lo largo de sus cien años de historia. Ese fuerte sentimiento por los colores albinegros que corre por las venas de Domingo y que ha trasladado a sus nietos, ahora fieles seguidores del CD Castellón.

¿De dónde viene esta afición por el CD Castellón?

Mi mujer y yo somos de Huesca y siempre me ha gustado mucho el fútbol. En Huesca iba cada fin de semana al Alcoraz e incluso en moto a los desplazamientos. Cuando nos vinimos a Castellón en 1984, me hice socio del CD Castellón e iba a Castalia, hasta que perdí la movilidad con el paso de los años. Llevamos más de media vida en Castellón y puedo decir que nuestra familia es albinegra.

¿Cuándo empezaste a hacer manualidades del CD Castellón?

Hace muchos años que hago estos tipos de manualidades. Empecé a hacer estas obras desde que me jubilé y empecé a tener más tiempo libre con el fin de regalárselas a mis nietos y a la gente que conozco. Además, como estamos en el año Centenario del club, quiero aportar mi granito de arena. Al fin y al cabo, hacer estos trabajos manuales me entretienen y me mantienen ocupado.

¿Qué le une al Huesca y al CD Castellón?

El fútbol lo une todo y tanto el Huesca como el CD Castellón son los equipos de mi vida y es lo que hemos inculcado a nuestros hijos y nietos. Cuando le pregunto a mis nietos qué es lo que más recuerdan de Huesca es el estadio Alcoraz, y lo mismo pasa aquí en Castellón porque lo primero que se les viene a la cabeza es el Estadio Castalia.

¿Mejor recuerdo como aficionado albinegro?

El mejor recuerdo que se me viene a la cabeza es cuando el club regresó a la máxima categoría. Eso fue el 1 de junio de 1972, siendo presidente Emilio Fabregat y entrenador el francés Lucien Müller.

En cuanto al centenario del CD Castellón, ¿cómo lo estás viviendo?

Es un año muy emotivo y, a pesar de que tengo una movilidad reducida, intento ir a los actos que se están realizando. Lo que he visto me está gustando y es de alabar el trabajo que está haciendo el Club y la Fundació. Ojalá sean cien años más.